SALUD | Colaboración

  • 22 de julio: Día Mundial del cerebro

    Ps. Elisabeth del Pino – Mat. 5441.

     

     

    — EL CEREBRO EN FORMA —

     La importancia de realizar actividades para mejorar la salud

     

                El 22 de julio se celebra el día mundial del cerebro con el objetivo de concientizar acerca de la incidencia de las patologías neurológicas en la población. Muchas pueden prevenirse e incluso evitarse, para ello tenemos que cuidar nuestra salud en varios aspectos, promoviendo una vida intelectual activa conforme pasan los años.
    El cerebro humano es un órgano complejo y enigmático de nuestro cuerpo, responsable de múltiples funciones básicas y complejas. Formado por distintas estructuras y cada una de ellas con funciones a su cargo, regula la respiración, la presión sanguínea, el pulso cardíaco, también recibe, procesa, integra e interpreta toda la información que proviene a través de nuestros sentidos. Nos permite sentir, pensar, razonar, está al mando de nuestras funciones cerebrales superiores como el lenguaje, la memoria y las funciones ejecutivas.
    Distintos estudios científicos demuestran que trabaja en forma de red, incluso en ocasiones se utiliza la palabra inglesa wiring, que puede traducirse como “cableado”, en una analogía con los sistemas computacionales modernos. Así, nuestro cerebro comienza a interconectarse desde la vida intrauterina y especialmente durante el primer año de vida. El “cableado cerebral” es una metáfora que hace referencia a las conexiones sinápticas entre las neuronas. La capacidad de generar nuevas conexiones se denomina “plasticidad neuronal”, capacidad innata que puede ejercitarse durante toda la vida expandiendo el desempeño cognitivo. En efecto, partimos de la premisa de que las capacidades cognitivas —al igual que las motoras— responden al ejercicio constante incrementando así su función. Desde este punto de vista se establece una metáfora muy didáctica en la que se considera que el cerebro es un músculo que necesita acción, y que su activación es una forma de “gimnasia mental”.
    Existen acciones específicas para mejorar las funciones cognitivas en personas con y sin daño cerebral. Es indispensable llevar una vida activa, por ejemplo aprender actividades nuevas —como idiomas, bailar o tocar instrumentos musicales— de esta forma se generan nuevas conexiones y flexibilidad cognitiva. La alimentación es un componente central, está demostrado que ingerir ciertos alimentos y mantener una dieta saludable, es bueno para mejorar la salud del sistema nervioso central, mientras que otros alimentos pueden ayudar a prevenir o incluso retrasar los efectos de las enfermedades cerebrales degenerativas. Entre ellos podemos mencionar el pescado, alimentos integrales, cereales, semillas de calabaza, arándanos, brócoli, salvia, tomates, frutos secos y aceite de oliva, entre muchos otros. La hidratación es otro componente fundamental, se recomienda tomar agua, entre un litro y medio a dos por día.
    Asimismo, la actividad física y el descanso nocturno —de seis a ocho horas— forman parte de los hábitos necesarios para mejorar las funciones cognitivas, además de las caminatas, realizar acciones con desafío que integren el componente cognitivo con las destrezas motoras (ejercicios de coordinación, flexibilidad y secuenciación).
    Fomentar espacios de lectura, escritura y juegos, permite el desarrollo de la imaginación y la creatividad. Es un trabajo que potencia la función del lenguaje. Y por último, se destaca la importancia de promover los lazos sociales. Los seres humanos somos ante todo seres sociales desde el día en que nacemos, está el otro para compartir dicho circuito de experiencias y aprendizajes.